Tipos de fertilizantes líquidos: ventajas e inconvenientes

Clasificación de los fertilizantes líquidos

Primero de todo debemos aclarar que en este artículo nos referimos a fertilizantes líquidos minerales u órgano-minerales, ya que también es posible encontrar fertilizantes orgánicos líquidos como el purín porcino o vacuno. Los tipos, ventajas y formas de aplicaciones mencionados en este artículo no son de aplicación para los fertilizantes orgánicos.

Como en todos los abonos, en los fertilizantes líquidos también podemos distinguir entre fertilizantes de fondo o NPK y fertilizantes nitrogenados líquidos o de cobertera. Igualmente pueden llevar también micronutrientes como el azufre, boro, molibdeno, etc…

Es importante remarcar que podemos encontrar casi cualquier combinación de nutrientes en los este tipo de fertilizantes, por lo que tienen gran versatilidad. Eso viene dado por su modo de fabricación del que vamos a hablar un poco más adelante.

Los fertilizantes líquidos se pueden clasificar según varios factores que veremos a continuación.

Según el tipo de absorción de la planta

Por ejemplo, hay dos grandes tipos según el tipo de absorción de estos por parte de la planta:

  • Fertilizantes líquidos de absorción radicular: Son aquellos fertilizantes que se aplican al suelo para que la planta los pueda absorber por las raíces. Se pueden aplicar tanto en fondo (suelo sin cultivo) como en cobertera (encima del cultivo) pero en ambos casos el objetivo es que el líquido fertilizante llegue al suelo.
  • Fertilizantes líquidos de absorción foliar: Son aquellos fertilizantes pensados para que la planta los absorba por las hojas en estadios avanzados del cultivo. En este caso se aplican con intención que el producto entre en contacto con las hojas. Es muy común que estos fertilizantes lleven poca cantidad de nitrógeno y estén complementados con aminoácidos libres y otros nutrientes como boro, molibdeno, azufre o potasio para mejorar la floración y cuajado de los frutos. Algunos, incluso, llevan materia orgánica disuelta, son los denominados abonos órgano-minerales.
Tipos de fertilizantes líquidos según su presentación

También se pueden clasificar según su presentación en el mercado:

  • Suspensiones o mezclas: en este tipo de fertilizante líquido encontramos abono sólido, normalmente en polvo, disperso por un medio líquido pero no disuelto del todo. Esto hace que el abono pueda no ser homogéneo y que se pueda aposentar el sólido en la parte baja del depósito. Necesita de agitación constante.
  • Soluciones: es el tipo de fertilizante líquido más común. Se trata de elementos sólidos que se han disuelto completamente en un medio líquido y de forma homogénea. Estas soluciones pueden tener diferentes grados de pH (ácido, básico y neutro) y la composición que deseamos.
¿Cómo aplicar fertilizantes líquidos?

En general estos fertilizantes se pueden aplicar de dos formas:

  • Mediante pulverización con un una máquina pulverizadora convencional, de las usadas para aplicar fitosanitarios en cultivos extensivos.
  • Mediante fertirrigación mezclados en el agua de riego, ya sea en riego por aspersión o por goteo.

Aun así, según el tipo de fertilizante líquido será más o menos conveniente una u otra opción. Incluso en algunos casos no podremos usar el sistema que queramos.

¿Mediante pulverización o fertirrigación?

En el tipo de abonos líquidos que se absorbe por vía radicular nos interesa que el abono llegue al suelo. Por eso, se aplica a chorrillo con unas boquillas especiales. Además, los abonos que se absorben por vía radicular no se suelen mezclar con agua, se aplican directamente.

Al aplicar este tipo de abonos con fertirrigación sí que realiza una mínima disolución, ya que se suele tratar de productos muy salinos que pueden dañar las infraestructuras de riego. Esta salinidad y el elevado contenido de nutrientes hacen que no se pueden aplicar en riego por goteo ya que no se puede controlar la dosis. El principal problema al aplicarlos con fertirrigación es que cuando el cultivo está muy desarrollado es difícil que el producto llegue al suelo y como hemos dicho la absorción es radicular.

En el caso de los fertilizantes líquidos foliares al aplicar con pulverizador se realiza la aplicación como si de un fitosanitario se tratase. Incluso se pueden llegar a mezclar los abonos foliares con fitosanitarios, lo más común es que se mezclen con fungicidas o insecticidas. El abono se disuelve en agua y se usan boquillas que pulverizan para conseguir que el producto entre en contacto con la máxima superficie de hoja posible.

Los fertilizantes líquidos foliares se pueden usar en fertirrigación sin problema al ir disueltos en agua, ya sea en riego por aspersión o por goteo. La única diferencia es que si los usamos en riego por goteo forzamos a que la absorción sea radicular. Eso no es un inconveniente ya que la planta puede absorber estos abonos de las dos formas, la única diferencia es que la absorción foliar es más rápida.

Ventajas e inconvenientes de los fertilizantes líquidos

Un factor que interesa mucho a todo agricultor es el precio. Por su especificad, los fertilizantes líquidos foliares son de los tipos de fertilizante más caros del mercado.

Los fertilizantes líquidos presentan numerosas ventajas con respeto a los fertilizantes sólidos y muy pocos inconvenientes.”

Bien es verdad que no existe su equivalente en sólido, como mucho existen polvos solubles en agua que se usan igual que el líquido y al mismo precio.

  • Si comparamos abonos líquidos de absorción radicular con abonos sólidos granulados, que son los dos principales tipos de abono mineral que se usa, encontramos la primera ventaja de estos abonos. El precio de los fertilizantes líquidos es menor por la misma cantidad de nutrientes.
  • Otra gran ventaja de los fertilizantes líquidos es la absorción. En los abonos granulados se debe esperar a que el producto se disuelva en el agua del suelo, cosa que en momentos de sequía puede tardar bastante. En el caso de los líquidos, este proceso es más rápido.
  • La uniformidad de aplicado es también mayor debido a la maquinaria que se utiliza, siempre y cuando se haga una correcta aplicación sin solapes y sin dejar zonas donde no llegue el producto.
  • El principal inconveniente es su salinidad. Esto nos puede llevar problemas con la maquinaria de aplicación, con la infraestructura de riego en caso de fertirrigación pero también con el cultivo. En momentos de altas temperaturas y en fases avanzadas del cultivo la salinidad puede provocar daños en este cuando el abono entra en contacto con las hojas. Si disponemos de riego esto se puede solventar con un riego posterior a la aplicación del abono. De esa forma limpiamos las hojas y conseguimos que el abono llegue al suelo donde nos interesa.

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