Guía rápida para el cultivo de cebada

Hay miles de variedades de cebada en el mercado y de varias casas comerciales distintas. De hecho, existen  tantas variedades que muchas se solapan entre ellas en cuanto a características.

En general podemos dividir las variedades del cultivo de la cebada según tres criterios:

Morfología de la espiga
  • Cebada de 6 carreras: en este caso las espigas de la cebada tienen seis líneas de granos. Este tipo de cebada es menos cultivado que la de 2 carreras y representa aproximadamente un 11% de la producción de cebada en España según datos del Ministerio de Agricultura.
  • Cebada de 2 carreras: en este tipo de cebada solo las dos líneas laterales de granos son fértiles, quedando las otras cuatro líneas en forma de espiguilla estéril visible. En algunas de las variedades más nuevas del mercado se han eliminado las espiguillas infértiles gracias a la mejora vegetal. Es el tipo de cebada más cultivado en España.
Época de siembra de la cebada
  • Cebada de invierno: tradicionalmente en la mayor parte del país la cebada se ha sembrada en otoño ya que el cultivo de cebada requería de una parada invernal para espigar de forma correcta. Sin las horas de frío necesarias, en vez de espigar el cultivo, solo produce hoja sin llegar a espigar y producir grano. Actualmente se sigue produciendo mucha cebada de invierno ya que existen buenas variedades y en algunos casos es la mejor opción.
  • Cebada de primavera: Este tipo de cebada no requiere de parada invernal ni un mínimo de horas de frío para espigar. Las variedades de cebada de ciclo corto se siembran, en general, a partir de diciembre y hasta marzo. Actualmente se están imponiendo en muchas zonas ya que gracias a la mejora varietal cada vez se hay variedades más productivas compitiendo sin problema con las variedades de ciclo largo.
Destino de la cosecha

Cebada para pienso: la alimentación animal es el destino más usual de la mayoría de cebada producida en el país. La mayoría de variedades de cebada se seleccionan para dar el máximo de rendimiento sin importar la calidad por lo que estas enfocadas a este mercado.

Cebada maltera: hay algunas variedades de cebada pensadas para hacer malta y cerveza. Siempre se trata de variedades de 2 carreras y de ciclo corto. Para hacer malta es necesario que el contenido de proteína del grano sea bajo ya que interesa una cantidad alta de azúcares. Es importante destacar que aunque hay variedades malteras que se siembran en gran cantidad gran parte de la cosecha de estas se destina a alimentación animal. Normalmente solo la cosecha de zonas cercanas a una maltería se destina a esta producción.

Siembra de la cebada

Como ya hemos comentado, el periodo de siembra de cebada es muy extenso, desde mediados de octubre hasta marzo dependiendo del tipo de variedad.

Para elegir fecha de siembra, y una variedad acorde a ella, es importante tener en cuenta principalmente tres factores que inciden en el cultivo de cebada:

  • Climatología de la zona: algunas zonas se tienen que sembrar temprano ya que en caso contrario debido a lluvias o nieve ya no es posible acceder a los campos.
  • Control de malas hierbas: una siembra tardía permite un mayor control de malas hierbas como el vallico.
  • Distribución de tareas: sembrar diferentes variedades de cebada, algunas de primavera y algunas de invierno, permite una mejor distribución de tareas para el agricultor ya que las fechas de siembra, tratamientos y cosecha de expanden en el tiempo. Para poder llevar un buen control de estas siembras y sus tratamientos, es necesario utilizar un software de gestión agrícola para tenerlo todo bajo control. Además, anotando todos los tratamientos fitosanitarios digitalmente en el momento que los haces hará que tengas el cuaderno de campo siempre listo ante cualquier inspección imprevista.

Es posible sembrar cebada tanto en cultivo tradicional, labrando el suelo en mayor o menor medida, como en mínimo laboreo o siembra directa.

Abonado de la cebada

Como en todos los cultivos en la cebada es importante tener en cuenta los nutrientes disponibles en el suelo y las extracciones del cultivo para hacer un abonado óptimo y acorde con el rendimiento esperado.

Algunos puntos específicos del cultivo de cebada son:

  • Potasio: lo requiere en el inicio del cultivo y ayuda a que el tallo de la planta sea más resistente. Una vez muerto el cultivo el potasio se encuentra en la paja.
  • Nitrógeno: una cantidad óptima de nitrógeno es la clave para maximizar el rendimiento. El mejor momento para aportarlo es entre encañado y floración. En el caso de cebada de invierno se suele aportar a salida de la parada invernal. Es importante destacar que un exceso de nitrógeno puede ser perjudicial ya que provoca el encamado del cultivo y una pérdida de rendimiento ligada a un menor peso específico del grano. La posibilidad de encamado aumenta en años con mucha lluvia en las fases finales del cultivo.

En general en el cultivo de la cebada se suele realizar un abonado de fondo o sementera con un abono orgánico (estiércol, purín) o un abono mineral NPK bajo en fósforo y un abono de cobertera nitrogenado variando la dosis según el rendimiento esperado. De esa forma se cubren las necesidades del cultivo.

Malas hierbas, plagas y enfermedades del cultivo de cebada

Las malas hierbas presentes en la cebada serán las típicas de cada zona agrícola. Al ser un cultivo muy extendido se encuentran en el mercado muchos herbicidas para este cultivo que permiten controlar la mayoría de malas hierbas no resistentes. Jugar con la fecha de siembra y el labrado del suelo son otros métodos útiles de control de malas hierbas.

Por lo que respecta a plagas, pocas afectan a la cebada. Puede haber pulgón aunque raramente en cantidad suficiente para necesitar tratamiento. La lema es un insecto que se come las hojas longitudinalmente y puede provocar disminución de rendimiento si hay mucha presencia por lo que puede requerir tratamiento insecticida.

Finalmente, son muchas  las enfermedades fúngicas que pueden afectar al cultivo de la cebada: helmintosporiosis, rincosporiosis, oídio, etc… Pueden afectar tanto al rendimiento como a la calidad del grano. Es importante valorar en cada caso la necesidad de tratamiento fungicida según el rendimiento esperado y el grado de afectación.

Para más información, consulta este artículo sobre lo necesario a conocer sobre las enfermedades de la cebada.

Necesidades hídricas del cultivo de cebada

El cultivo de la cebada en España es tradicionalmente de secano. En efecto, en aquellas zonas demasiado áridas para el cultivo del trigo siembran cebada ya que es un cultivo más rústico y con mayor resistencia a la sequía. No obstante, las producciones en secanos tan áridos son bajas, de unos 1500 kg/ha. En otros secanos con más pluviometría, el cultivo de la cebada, puede llegar a los 4500 – 6000 kg/ha de rendimiento.

Aun así es un cultivo que se adapta bien a las zonas de riego, sobre todo aquellas variedades más productivas del mercado. La producción de cebada en riego puede llegar a los 10.000 kg/ha. En este caso es importante controlar bien el riego para evitar el encamado. El ciclo de la cebada permite sembrar maíz rastrojero y hacer doble cosecha.

Es de vital importancia controlar el abonado nitrogenado y el riego de la cebada para evitar encamados, sobretodo en años de mucha pluviometría

Comercialización y calidad de la cebada

Como hemos dicho, la cebada es un cultivo muy extendido mundialmente. Por este motivo comercializar la cosecha es muy fácil. De hecho, hay múltiples almacenes cerealistas por todo el país así como fábricas de pienso que compran la cosecha.

En cuanto a la calidad de esta cosecha tradicionalmente se creía que no era necesaria calidad para destinar la cebada a alimentación animal. Actualmente, el peso específico del grano cada vez tiene más importancia ya que está relacionado con la “cantidad de harina” del grano.  Hay varios factores que determinan el peso específico:

  • Variedad: hay variedades que tienen un mayor peso específico que otras por causas genéticas.
  • Nitrógeno: un exceso de nitrógeno disminuye el peso específico del grano
  • Enfermedades: la presencia de enfermedades en las hojas del cultivo de cebada provoca disminuciones en el peso específico del grano. Eso se puede solventar con un tratamiento fungicida en el momento indicado.
  • Encamado: el encamado provoca una mala maduración y secado del grano y una disminución del peso específico
  • Condiciones meteorológicas: primaveras muy cálidas provocan que el grano no madure correctamente con la consecuente disminución del peso específico.

En el caso de cebada para producir malta, además del peso específico también es muy importante la proteína que, como hemos dicho, tiene que ser baja. En este caso la variedad es el criterio principal aunque también hay que tener en cuenta el abonado nitrogenado.

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